Los vecinos de Getafe siguen denunciando un día sí y otro también la inacción del Gobierno de Sara Hernández a la hora de poner solución a los problemas derivados del abandono de numerosos solares e inmuebles salpicados por toda la ciudad que presentan un lamentable estado, llenos de porquería y suciedad, lo que les convierte en espacios tremendamente propicios para la aparición de plagas de ratas e insectos y, en consecuencia, un peligroso foco de insalubridad para los residentes en esta zonas.
Lo más inquietante es que ni siquiera hay que trasladarse al extrarradio de la ciudad para encontrarse con este tipo de espacios jalonados de desperdicios e inmundicias. Los hay en plena zona centro o en barrios como el de La Alhóndiga, donde vecinos de la calle Maestro
La consecuencia es que la inmundicia ha ido acumulándose con el paso del tiempo y la imagen que ofrece el solar a los numerosos transeúntes que pasan por la calle es desoladora, además del evidente riesgo para la salud por la falta de higiene del lugar, que además está también sin desbrozar. Los vecinos dicen haber denunciado la situación en el Ayuntamiento, pero por el momento no se ha puesto ningún solución y cada vez están más desesperados.
También preocupa el estado de otro solar situado entre las calles Madrid y Magdalena, que
Y luego está otro caso paradigmático de abandono como es el antiguo concesionario de la Nissan ubicado junto al acceso principal del parque Alhóndiga-Sector 3 y muy cercano tanto al Hospital de Getafe como a la A-42, un punto neurálgico por tanto del municipio que si por algo es noticia desde hace ya varias décadas es por el vandalismo y por los okupas que han ido desfilando por sus instalaciones. De hecho, en el año 2016 fue noticia a nivel nacional después de que se registrase un
Pues bien, la nave sigue presentando un ruinoso aspecto y no hay más que echar un vistazo a su interior para llevarse las manos a la cabeza, ya que está plagado de mugre, cochambre e inmundicias. Y todo ello dentro del perímetro de un parque por el que transitan a diario decenas de familias que contemplan atónitas el poco edificante espectáculo.