Cerca de 70 chicos de los Scouts de Europa de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar de Valdemoro participaron del 29 de junio al 13 de julio en un campamento en el entorno de Vega de Codorno, en la Serranía de Cuenca.
Niños de 8 a 12 años, adolescentes de 13 a 16 años y sus ‘jefes’, han vivido una experiencia de fe en la naturaleza a través del juego scout: misa diaria, construcciones con troncos y cuerda, charlas sobre las virtudes, exploraciones urbanas y de la naturaleza, servicios a la comunidad, oración y un sinfín de actividades con el objetivo “de que estos muchachos conozcan y amen a Dios, amen a su prójimo y se conviertan en ciudadanos útiles para el mundo en el que viven”, según señalan desde la organización.
Los más pequeños, que reciben el nombre de ‘lobatos’, forman las manadas. Los adolescentes, por su parte, se dividen por sexos y se integran en una unidad de chicos (tropa) y una de chicas (compañía) bajo la dirección de sus respectivos jefes, que son para ellos auténticos referentes.
Cada unidad, se conforma, a su vez, por diferentes patrullas para llevar a cabo las actividades. En todo lo que hacen se procura el cuidado de la salud, el sentido de lo concreto, la forja del carácter, el espíritu de servicio y el sentido de Dios, es decir, buscar la santidad y la unidad de vida tanto en lo cotidiano como en lo extraordinario.
Explican desde la organización que “el escultismo que practican en Guías y Scouts de Europa es el más genuino, ideado por Baden-Powell, pero transfigurado en el espíritu católico del Venerable Jacques Sevin, cuya causa de beatificación se encuentra abierta”.
Destacan igualmente que con sus actividades no solo buscan un entretenimiento veraniego, sino “formar auténticos cristianos: fuertes de alma, mente y espíritu, amigos de Dios sin tacha, nuevos apóstoles de Jesucristo para esta época de la Historia”.