El Getafe City ha querido ofrecer a través de Al Cabo de la Calle su versión de los hechos tras el expediente abierto por la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Getafe por graves amenazas al árbitro tras un partido de juveniles celebrado el pasado sábado en el polideportivo Juan de la Cierva.

Fuentes del club indican, en primer lugar, que este pasado lunes hicieron llegar un escrito a la Real Federación de Fútbol de Madrid en la que mostraban su rechazo a la redacción del acta arbitral «porque no se ceñía a lo que ocurrió realmente». De igual modo, afirman sentirse «muy ninguneados por la Concejalía de Deportes por no haber contrastado las cosas con nosotros».

En alusión a la actuación arbitral del pasado sábado, dicen admitir «que un árbitro se pueda equivocar a favor o en contra o que estén empezando en el mundo del arbitraje, pero la persecución que sufrimos en los últimos diez minutos del partido, normal no es, y no sabemos a qué fue debida. El otro día hubo una injusticia muy gorda contra nosotros, pero no se amenazó al árbitro«.

Reconocen desde el Getafe City que «hay cosas que dice el árbitro en el acta que sí son verdad, como que el portero da un golpe a la valla cuando le expulsan. Pero, por ejemplo, en esa tercera expulsión, que conlleva además un penalti en contra, nuestro portero acaba lesionado por el taco clavado de un rival y de la rabia dijo «me cago en mi pu… madre» y el árbitro debió entender que se refería a él. No entendemos que se le expulse por algo que no ha dicho».

«Hemos preguntado a los padres y nos dicen que se escuchó algún «sinvergüenza», pero ninguna amenaza del tipo de «te vamos a apuñalar», te vamos a matar» o «no vas a salir vivo de aquí»

Ya a la conclusión del encuentro, que es cuando se producen los presuntos incidentes y graves amenazas hacia la figura del colegiado, desde el club sostienen que «hemos preguntado a los padres que estaban por la zona y nos dicen que se escuchó algún «sinverguenza», pero ninguna amenaza del tipo de «te vamos a apuñalar», «te vamos a matar» o «no vas a salir vivo de aquí». «Nada de eso ocurrió el otro día».

En alusión a la presencia de un grupo de aficionados a las puertas del vestuario en el que se encontraba el árbitro con intención de acceder al mismo, el entrenador del juvenil A del Getafe City, Miguel Ángel Juzgado Casco, asegura que «es mentira porque yo mismo estaba en la puerta junto al presidente del club y otro entrenador y no hubo ningún conato de entrar en el vestuario para agredirle. Igual el hecho de que haya gente que se pone siempre en las inmediaciones del parque Andalucía al acabar los partidos le pudo confundir».

No oculta que «que hubo golpes a las taquillas de la rabia cuando sufres una injusticia así, pero no es la primera vez que eso ocurre en estas instalaciones» y denuncia que «igual que hubo algún insulto por nuestra parte, también los hubo por parte de la afición del otro equipo durante el partido».

Respecto a las presuntas amenazas del presidente del club advirtiendo al colegiado que no iba a volver a arbitrar en su vida porque iba a llamar personalmente al presidente del la RFFM, admiten que se dirigió a él «pero lo único que le dijo es que íbamos a hablar con la Federación para que no nos pitase más a nosotros«.

«Esto nos está conllevando un estado de nervios y ansiedad por una mentira; nos están abocando a tener que cerrar el club el año que viene»

Lo que sí reconocen en el Getafe City es que la gran repercusión mediática que ha alcanzado este asunto en las últimas horas les está afectando enormemente. «Nos sentimos perseguidos por todo el mundo y muy dolidos, cuando lo que queremos es hacer es una labor social para los niños de Getafe, algunos de los cuales han venido recomendados por trabajadores sociales. Nosotros queremos que todo el mundo tenga aquí su espacio deportivo y social, pero ninguna guerra con nadie». «Si todo eso que se dice hubiera ocurrido de verdad», comentan, «se hubieran tomado medidas drásticas, como ya se hizo alguna vez en el pasado porque en el mundo del fútbol no deben tolerarse las amenazas, pero no ha ocurrido lo que se denuncia», insisten.

Ya por último, recalcan que «esto nos está conllevando un estado de nervios y ansiedad por una mentira», y advierten que «nos están abocando a tener que cerrar el club el año que viene, que parece que es lo que algunos quieren». Un club que a día de hoy cuenta diez equipos federados más un benjamín de la liga local y más de 150 jugadores.