La actividad del crematorio del tanatorio de Valdemoro sigue causando polémica. La instalación sigue sin precios oficiales y sus responsables cobran las tarifas más altas de Madrid
El crematorio del cementerio de Valdemoro sigue cobrando las tarifas que le viene en gana porque el Ayuntamiento aún no ha aprobado unos precios públicos oficiales.
La falta de precios públicos se debe a una interdicción del secretario municipal que sostiene que aprobar esas tasas para el crematorio supondría dar carta de naturaleza a una instalación edificada en unas dudosas condiciones de legalidad.
La instalación lleva funcionado desde noviembre de 2022 sin la autorización medioambiental de la Comunidad de Madrid. Desde la empresa concesionaria siempre han afirmado que la actividad no tiene riesgos para los vecinos y siempre han asegurado que las quejas de los vecinos simplemente surgen desde el desconocimiento acerca del funcionamiento de este tipo de instalaciones funerarias.
Hace algo más de un año, durante la precampaña y campaña electoral de las elecciones locales de mayo de 2023, el crematorio fue uno de los temas estrella.
De hecho, en enero de ese año el Pleno del Ayuntamiento ha aprobado una moción presentada por el portavoz de Más Madrid, Javier Carrillo, por la que el Ayuntamiento investigará de oficio la situación del crematorio de Valdemoro.
En concreto, según el texto de la moción aprobada, “el alcalde iniciará de oficio un procedimiento de revisión de oficio del contrato fruto del cual se ha construido el crematorio municipal de Valdemoro”.
No obstante, la inquietud entre los vecinos del Barrio de la Estación de Valdemoro, aledaño al cementerio, siempre ha sido patente debido a que la nube negra que sale de la chimenea del horno afecta a zonas cercanas en las que se ubican urbanizaciones residenciales, colegios y zonas deportivas.
Y lo sigue siendo en los últimos meses porque ese humo negro no cesa. La última vez la cosa empeoró porque la habitual nube negra se mezcló con un incendio en la vegetación que rodea el tanatorio y que a estas alturas del verano se ha convertido en rastrojos.
Precisamente el Ayuntamiento ha abierto un periodo de consultas a los vecinos para implantar un “protocolo ante periodos de contaminación extrema”. Desde la Asociación de Consumidores ACUSVAL han presentado una batería de medidas para monitorizar las emisiones del crematorio proponiendo cierres cautelares de la actividad cuando se superen los niveles de contaminación permitidos.
Aunque el funcionamiento prolongado de la actividad puede acabar consolidando la legalidad por la vía de los hechos.
La movilización contra el crematorio ha sido constante
Las movilizaciones contra la actividad del crematorio alcanzaron su punto álgido hace un año, coincidiendo con la campaña electoral.
En aquellos días, convocados por la Asociación MOV, Plataforma Vecinal Contra el Crematorio, FAPA y ACUSVAL, centenares de vecinos protagonizaron acciones reivindicativas contra una instalación cuya peligrosa actividad pone en riesgo la salud de los vecinos de la zona.
Una de las acciones más curiosas tuvo lugar durante la celebración de los carnavales cuando una chirigota sorprendió a los vecinos. Los miembros de la agrupación ’Los intoxicados’, ataviados con capas negras y máscaras antigás, expresaron su protesta contra una instalación que se encuentra temeriaramente cerca de viviendas y centros públicos.