El gobierno socialista de Alcorcón, presidido por Candelaria Testa, ha aprobado una subida del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) del 5% para todos los vecinos de la ciudad.
La decisión “ha generado un gran nerviosismo entre los ciudadanos, quienes ya soportan una de las cargas fiscales más elevadas debido a las políticas económicas del PSOE”, aseguran desde el Partido Popular. Los populares incluyen en esta elevada carga fiscal la futura tasa de basuras “impuesta por Pedro Sánchez y que mermará, aún más, el bolsillo del contribuyente”.
Desde el Partido Popular afirman que, “pesar de la alta presión fiscal que se impone a los vecinos, los servicios públicos siguen sin mejorar, lo que evidencia una falta de eficacia en la administración de lo recaudado. Y a este aumento de impuestos se suma la falta de ayudas a los vecinos»
La herencia envenenada del CREEA
Los elevados impuestos que soportan los vecinos de Alcorcón tienen su origen en la construcción del Centro de Creación de las Artes de Alcorcón (CREEA), una infraestructura creada en la legislatura 2007-2011, que costó más que el Museo Guggenheim de Bilbao, y se convirtió en un monumento al despilfarro.
El CREEA elevó la deuda de la ciudad de Alcorcón hasta los 612 millones, siendo alcalde Enrique Cascallana y con Natalia de Andrés y Candelaria Testa en el equipo de Gobierno local. Aquel despilfarro fue una herencia envenenada que recibió el Gobierno del popular David Pérez, tras su victoria por mayoría absoluta en las elecciones locales de 2011, y de la que la ciudad no acaba de recuperarse.